Todos somos un poco Paquita Salas en algo… o tú no?

Con los años aprendes a reconocer lo que haces bien, lo que haces regular y lo que es mejor que externalices porque ya no lo vas a remontar, tanto enLeer Más

Todos somos un poco Paquita Salas en algo… o tú no?

Con los años aprendes a reconocer lo que haces bien, lo que haces regular y lo que es mejor que externalices porque ya no lo vas a remontar, tanto en el mundo laboral como en el personal, por supuesto 🙂

La maravillosa serie española Paquita Salas nos ha hecho reflexionar sobre este tema. Si no la habéis visto, desde eVerythink os la recomendamos de forma insistente, ya que las risas están aseguradas: http://www.flooxer.com/ver-videos/formatos/paquita-salas/574ef9b94beb28110c29ecab

Por ejemplo, a mí se me da bien cocinar y lo hago a menudo; me encantaría correr pero se me da regular, aunque lo intento; y no soy capaz de pintarme las uñas porque tengo un pulso horrible, así que voy a que me hagan la manicura y queden perfectas. ¿¿En el trabajo?? Lo mismo. Todos tenemos puntos fuertes y puntos débiles, solo es necesario saber cuáles son.

Por eso creemos que #TodosSomosPaquitaSalas en alguna faceta de nuestra vida y debemos tomárnoslo con sentido del humor. Sin frustraciones. Porque en otras cosas somos brillantes. Lo importante es saber admitirlo y buscar compañeros de viaje que suplan esas carencias y finalmente el proyecto sea insuperable, invencible.

En el mundo empresarial es imposible caminar solo. Debes acompañarte de los mejores compañeros o partners para ir superando esas carencias y que el resultado final sea el mejor, porque es imposible hacerlo solo: PR, redes sociales, SEO, decoración, catering, contabilidad, PRL, SEM, formación, traducción, diseño, propuestas… En eVerythink hemos hecho millones de cosas en estos años de emprendimiento, pero siempre acompañadas del mejor equipo y compañeros externos que nos facilitan el día y nos hacen brillar para que los clientes estén muy satisfechos y cuenten con el mejor servicio, en nuestro. Sin que se note que en algunas cosas somos un poco Paquita Salas, aunque la bandeja del Spam la tenemos localizadísima:)

¿Qué puede hacer un influencer por tu marca?

“Mamá, quiero ser influencer” ya no suena a broma. Ser influencer es una nueva forma de vida y una nueva profesión (remunerada, y muy bien, por cierto). Hay influencers enLeer Más

¿Qué puede hacer un influencer por tu marca?

“Mamá, quiero ser influencer” ya no suena a broma. Ser influencer es una nueva forma de vida y una nueva profesión (remunerada, y muy bien, por cierto).

Hay influencers en todas las redes sociales, desde Twitter a Instagram, pasando por Youtube y terminado en Facebook. En poco tiempo, han pasado de ser gente anónima que expresaba su opinión o recomendaba productos, a ser verdaderos líderes de masas.

Los influencers se han convertido en poco tiempo en auténticas estrellas con miles, e incluso millones de seguidores. Podríamos decir que son los popstar del siglo XXI. Incluso, podríamos equiparar este fenómeno al que ya existía en la década de los noventa con las boy bands.

Si todavía no sabes que puede hacer un influencer por tu marca, sigue leyendo:

– Pueden ayudar a fidelizar a tu audiencia y aumentar tu credibilidad. Los usuarios creen más a las personas que se encuentran en sus redes sociales que a una marca.
– Harán tu marca más “humana”. Tener un rostro que represente a tu empresa permite llegar a aquellos usuarios potenciales más desconfiados.
– Conseguirás llegar a una audiencia más amplia, y por tanto, podrás transmitir tus mensajes a futuros consumidores.
– Pueden ayudar a tu SEO. Si tu marca se menciona mucho en redes sociales… ¡Google lo sabrá! Esta aparecerá en los motores de búsqueda por su popularidad.
– Los eventos de tu marca tendrán una mayor repercusión si el influencer asiste
– Los embajadores de marca pueden ayudar a la decisión de compra de los usuarios.

Dejando fenómenos de masas atrás, es cierto que estas nuevas estrellas han conectado con su público de una manera increíble y muchas empresas ya se han dado cuenta de ello. No obstante, a pesar de que su influencia es indiscutible en el mundo de la publicidad de manera independiente, al amparo de este auge del poder de los influencers han surgido agencias que han creado plataformas inteligentes para la gestión y el control de sus campañas en redes sociales y blogs. Un nuevo filón en el mundo de la comunicación. ¿Cuál será el próximo paso?

Las relaciones públicas, sector libre de posverdad

Posverdad es la palabra de moda. La leemos en los periódicos, la oímos en la radio y la vemos en la televisión. También en las portadas de los libros deLeer Más

Las relaciones públicas, sector libre de posverdad

Posverdad es la palabra de moda. La leemos en los periódicos, la oímos en la radio y la vemos en la televisión. También en las portadas de los libros de cualquier librería, y hasta en el diccionario Oxford, que la ha nombrado palabra del año 2016.

Sin embargo, que esté de moda no significa que sea necesariamente buena. Pese a que la acepción más aceptada es la de que se refiere a “circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública, que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”, muchos autores apuntan a que este término es un neologismo, o incluso un eufemismo, de la mucho más antigua y malsonante palabra mentira. La frase “Los británicos han votado a favor del Brexit aunque las encuestas decían lo contrario debido a la posverdad” puede traducirse como que mintieron cuando les preguntaron sobre el sentido de su voto sobre si querían o no quedarse en la unión europea. Y lo mismo con el referéndum sobre las FARC en Colombia o con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.

Al ver la dichosa posverdad en todos lados, un profesional de las relaciones públicas puede empezar a preguntarse si debería sumarse a esta tendencia, si apelar a las creencias de los lectores para mejorar la imagen de sus clientes, aunque los contenidos de los que esté hablando no sean ciertos. Y no nos engañemos, es posible que funcionara pero, ¿seríamos buenos profesionales y, aún más importante, buenas personas?

Quienes nos dedicamos a la comunicación nos debemos a la verdad, sin ningún prefijo delante. Puede que consiguiéramos más impactos y más entrevistas, pero no estaríamos haciendo bien nuestro trabajo. Además, las mentiras siempre acaban cayendo por su propio peso, y nuestra credibilidad es uno de nuestros valores más importantes. Por eso, para nosotros la palabra de este año, y de todos los siguientes, debe ser verdad.